No importa como fue, ni quién. Queríamos beber sin sed. Y donde quedo yo en este mundo sin tu voz? Ignorando las señales, que me llevan a encontrarte. Que todavía espera verte sonreir, que todavía espera verse junto a ti. Que sigo siendo la misma loca, que entre tus sábanas se perdía. Y a fin de cuentas no soy distinta de aquella idiota:
Que te quería-
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